2011 – Julián Calle Medina

Cuando llega el momento de preparar este apartado que dedicamos a una persona, que por su vinculación a este anejo y por el sentimiento que tenga a las Huertas de La Poblachuela, siempre, tenemos que «hilar» muy fino, porque consideramos , que este nombramiento tiene que reflejar una realidad, que satisfaga a todos.

Cuando decidimos que esta persona fuera Julián Calle Medina, al que todos conocemos y valoramos por la forma de actuar en todos y cada uno de los momentos de su vida, la opinión generalizada, como ha ocurrido en otras ocasiones, es la de un acierto en este nombramiento.

Julián, nace el 29 de marzo de 1938, hijo de Julián Calle Maldonado y María Medina Fernández, es el tercero de seis hermanos, (Manuela, Antonia +, Julián, María, Jesús y José Cándido), por lo que nace con el titulo de «mayor de los varones», con lo que eso representaba en una familia, en la que el medio de vida estaba ligado a la tierra y en la que es muy importante la mano de obra, aunque esta sea, de un niño.

A los catorce años, tiene que abandonar la escuela, a pesar de que su maestro D. Adolfo Morales, comentará a sus padres que Julián tenía que seguir estudiando, ya que destacaban en él, actitudes muy positivas para seguir avanzando en sus estudios, a otros niveles más altos.

Pero la decisión de los padres y la necesidad de su presencia en el trabajo, hacen que Julián, abandone las escuelas de Las Huertas de La Poblachuela y con ello a sus compañeros de pupitre, como Hermenegildo Carrión (Mere), Felipe Acero, Ambrosio Calle, Paco Calle y los hermanos Pablo y Paco Sevillano entre otros, a los que supongo también retirarían sus padres, para cubrir la necesidad de mano de obra, no remunerada.

Seguros que D. Adolfo y Dª. Beatriz, si pudieran contarlo, hablaría de aquellas «chiquilladas», en las que algún mozalbete dejaba caer una «guindilla» en el centro del brasero que calentaba los pies del «maestro».

Julián, se casa en Ciudad Real, el 10 de septiembre de 1965, en la parroquia de Nuestra Señora de La Merced, con Purificación Macareno Ramírez, de este matrimonio nacen tres hijos, Julián, Purificación y Alejandro, que a su vez le han dado dos nietos, Alejandro e Ismael.

El trabajo por estas tierras, esta algo complicado, por lo que Julián y su familia, deciden buscar otras posibilidades y así llegan a Torrejón, donde comienzan una nueva etapa, en una actividad totalmente ajena a la realizada en Las Huertas de La Poblachuela, actividad que ha venido realizando hasta el final de su vida laboral.

Durante estos años, a pesar de la distancia, la presencia de Julián y su familia, en cualquier actividad o fiestas que tengan algún significado especial en Las Huertas de La Poblachuela, nos permitía contar con su colaboración. San Antón con sus caridades, Semana Santa, San Isidro, la Magdalena, San Miguel, Navidad y ahora con más tiempo libre, las largas temporadas de los meses de verano entre esta tierra, que lo atrae a sus rices.

Con Julián, que durante muchos años, cuando su padre era Alcalde Pedánea de Las Huertas de La Poblachuela, tenía la misión, por eso de ser el mayor, de ayudar en aquellas actividades que su padre le encomendaba, bien sean relacionadas con las diversas fiestas a lo largo del año, o a esas obligaciones de mantenimiento del cementerio y otras actividades.

Hoy, todavía Julián Calle, se ofrece a cualquier colaboración y de hecho así lo está haciendo conmigo desde hace muchos años, (arada, hogueras, migas, churros, etc) dentro de los actos profanos y siempre su colaboración para la preparación de la carrozas, que llevaran las imágenes de San Miguel y del Cristo de La Salud por nuestros caminos.

Esto puede ser un pequeño resumen, de los muchos motivos que hay en Julián Calle Medina para que lo nombremos «HUERTANO 2011» , al que deseamos lo mejor para él y su familia y al que pedimos, que siga en esa línea de colaboración y generosidad para con los demás.