2017 – Antonio Sevillano Bellón


Al llegar al presente apartado del programa, es gratificante poner unas letras ensalzando las virtudes y otorgando el reconocimiento de las huertas a uno de nuestros vecinos; reconocimiento tanto por la labor y colaboración en la vida diaria como en aquellos momentos más lúdicos en los que se precisa la colaboración de los huertanos.

Como sabéis, este año me corresponde por primera vez como alcalde pedáneo esbozar brevemente los muchos méritos e historia del vecino que ostentará el reconocimiento de HUERTANO DEL AÑO, y, la verdad sea dicha, no podía empezar esta andadura con un personaje más conocido y querido por sus vecinos y al que tengo el privilegio de contar entre mis amistades, me refiero a ANTONIO SEVILLANO BELLON.

Antonio nace en La Poblachuela el 22 de junio de 1946, hijo de Antonio y Anastasia. Es el mayor de dos hermanos, siendo nuestro anterior alcalde, Miguel Ángel, el benjamín de la familia.

Desde muy corta edad Antonio se dedica, como muchos otros niños del anejo, a labores agrícolas, llevando las tierras de la familia y realizando trabajos agrícolas a otros vecinos de la zona. En este periplo como  agricultor, daba salida a los productos hortícolas en los puestos que por aquellos entonces se ubicaban en la plaza de la vecina localidad de Miguelturra.

En 1.966 presta en Ciudad Real el servicio militar, época de la que todavía conserva buenos amigos. Contrae matrimonio en 1.972 con Nieves Acero Ruedas, vecina igualmente de La Poblachuela, de cuya unión nacen dos hijas, Mª Dolores e Irene, quienes les han dado cuatro preciosos nietos, Samuel, Elena, Lucía e Iker.

A los dos años de contraer matrimonio, Antonio con un espíritu siempre inquieto y con el afán de mejorar la situación económica de su reciente familia, deja el campo para dedicarse en un principio a conductor de camiones y, posteriormente, adquiriendo sus propios vehículos, presta servicio en diversas empresas como COMPOSAN, REPSOL, DITRASA, AEROPUERTO DE BARAJAS, etc. desarrollando esta actividad durante cuarenta años hasta su jubilación, y como siempre ha dicho en tono de guasa “Yo soy procuraor, no procurador; he procurao para mi casa”

Entre sus muchas aficiones, gustaba de practicar la actividad cinegética, en su modalidad menor, práctica que cambió tras la jubilación por el ciclismo. Es difícil encontrar a algún vecino que no lo haya visto a primera hora de la mañana practicando este deporte.

Como ya he apuntado, Antonio es de espíritu inquieto, no es persona de estar mano sobre mano, siempre anda maquinando en que dedicar sus múltiples habilidades,  y es en ese buscar y conocedor de los buenos vinos, cuando en los últimos años decide elaborar sus propios caldos. Vinos que a juicio de quienes han tenido la suerte de probarlos, entre los que me encuentro, los describen como de paladar agradable y fácil “trasiego”; dicho sea esto en cuanto a los tintos, porque en lo que se refiere a la elaboración de los blancos, obtiene un formidable “vinagre”.

Pocos son los vecinos de esta pedanía que no han compartido con Antonio un vaso de su vino, una tapa y una conversación agradable.

Como decía, son múltiples las cualidades de Antonio, pero a mi parecer la que mejor cultiva es  el saber tratar a amigos y conocidos, se podría decir que su mayor maestría es el “arte de saber hacer amigos”. Su casa está abierta a todos aquellos que tienen a bien acercarse a compartir un rato simpático y placentero, y  no sería justo pasar por alto que todo ello es posible gracias a la paciencia y aguante de su compañera y esposa Nieves, quien en más de una ocasión nos sufre en nuestras frecuentes visitas.

Antonio, es persona afable, de fácil conversación y amigo de la chanza y buen humor, está siempre dispuesto – y esto lo puedo decir con conocimiento de causa-, a echar una mano y colaborar en cuantas actividades y festejos se organicen en las Huertas. Son famosos sus huevos con jamón, que ya no pueden faltar en las celebraciones culinarias del anejo.

Por todo ello, Antonio, es para las Huertas, y para mí personalmente, un orgullo el poder contar contigo, siendo plenamente merecedor de ostentar el nombramiento de HUERTANO DEL AÑO.

 

Juan José Llanos Delgado.